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Entrevista de Comunicación Presidencial al presidente de ANP, Juan Curbelo.
El presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Juan Curbelo, anunció que en el último trimestre del año culminarán las obras de la terminal pesquera de Capurro y del nuevo muelle de la terminal de graneles de Montevideo. Además, entre fines de 2022 e inicios de 2023 estará concluida la terminal especializada de celulosa. Estos trabajos contribuirán a que Montevideo sea un puerto eficiente y competitivo, dijo.
Un puerto en obras
“El puerto de Montevideo está en obras”, afirmó Curbelo, en diálogo con Comunicación Presidencial, y enumeró los proyectos en marcha.
El jerarca describió que el consorcio Teyma-Chediack avanza en la construcción de la terminal pesquera de Capurro. La firma le adelantó al organismo que en el último trimestre de 2022 culminarán las obras. El emprendimiento, con capacidad para atender a 50 buques, demandó una inversión de 90 millones de dólares y se ubica al norte de la bahía de Montevideo, entre la desembocadura del arroyo Miguelete y el canal de acceso a La Teja.
Los trabajos suponen la ejecución de una dársena de 21 hectáreas, a la que se entra a través del canal La Teja, y un total de 966 metros de muelles de atraque.
Curbelo recordó que la ANP realizó un llamado, que vence en marzo, para adjudicar a privados el montaje de una cámara frigorífica. Anticipó que, además de la pesca nacional, la nueva terminal resultará atractiva para la flota internacional que opera en el Atlántico Sur, por lo que Montevideo podría ser su puerto base.
“Si logramos ese objetivo, la industria pesquera adquirirá un importante dinamismo, por los buques que llegarían al puerto de Montevideo y por la generación de puestos de trabajo en esta terminal especializada de pesca”, proyectó.
Mientras tanto, continúan las obras del viaducto en la zona portuaria que se vincula con el acceso norte de la terminal y que finalizará entre mayo y junio de este año. El viaducto medirá 1.800 metros de largo y se apoyará en pilas de hormigón. Los trabajos incluyen un puente en arco de 160 metros de largo, contiguo a la explanada de la Estación Central General José Gervasio Artigas.
En la pasarela habrá, también, tres carriles en cada sentido con un ancho de 24 metros. Con las obras en la zona de explanadas, el puerto suma más de 5 hectáreas. Parte de la rambla formara parte del recinto portuario y generará una nueva circulación interna. La ampliación del área está asociada a la incorporación de tecnología y nuevas balanzas para camiones. “La dinámica de ingreso y egreso al puerto se verá beneficiada” con las mejoras descriptas, aseguró el entrevistado.
En paralelo, avanza la construcción de la terminal portuaria especializada de celulosa, que concluirá entre fines de 2022 y principios de 2023. Allí se recibirá y almacenará la celulosa procedente de Durazno en tren y se acopiará y despachará sustancias químicas requeridas en el proceso industrial de la planta de UPM que se construye en ese departamento. La terminal incluye una dársena con un muelle de aguas profundas.
Esto se suma a la construcción de un atracadero y una explanada para la operación de buques de hasta 14 metros de calado en la terminal de graneles Montevideo. La inversión será de 15 millones de dólares y estará finalizada al cierre de este año.
Curbelo señaló que las obras permitirán mejorar la infraestructura portuaria y posicionar a Montevideo como un “puerto eficiente y competitivo, receptor de la carga del Río de la Plata” con destino a ultramar.
Se está iniciando, asimismo, la ampliación de la explanada de contenedores de la terminal Cuenca del Plata SA, que posibilitará ganarle a la bahía una superficie de 5 hectáreas hacia el frente costero sureste, próximo a la escollera Sarandí e insumirá una cifra de 455 millones de dólares. “Es la mayor inversión de la historia del puerto de Montevideo y duplicará el área” de la terminal especializada en contenedores, aseveró.
El titular de la ANP añadió que continúa el proceso de desguace de buques que permanecían en la bahía de Montevideo. Se trata de medio centenar de barcos abandonados, hundidos, semihundidos o escorados (inclinados). En 2021, equipos del organismo trabajaron en una reformulación del adjudicatario. Desde enero, la empresa Christophersen SA desarma un conjunto inicial de 18 barcos en la zona de Puntas de Sayago para comercializar la chatarra. Estas tareas permitirán que “la bahía se vea despejada, amigable, sin esos buques que afeaban el puerto y la ciudad” y que además constituían un riesgo ambiental, por la pérdida de combustible, indicó.